Tras algún tiempo bastante ocupados, aquí llegamos con otro desafío, como suele ser habitual en esta profesión. “Estamos preparando una obra de teatro y necesitaríamos una cabeza animatrónica…”.
Es lo que me comentan tras la presentación telefónica rutinaria. Tras una conversación no corta con una responsable del departamento de producción del TNC (Teatre Nacional de Catalunya), me siento en mi mesa de trabajo y me pongo a pensar que supone un animatrónic en una representación teatral. En primer lugar va a ser un dispositivo que no voy a manipular yo, ni nadie de mi entorno profesional y por otro lado toda la mecánica y la electrónica deberá aguantar todas las funciones sin problema. Entre otras cosas.
Se nos venia otro pequeño reto! No es nada habitual que encarguen trabajos animatrónicos en teatro. Pero esta fue una de esas ocasiones, así que nos pusimos a trabajar.
La obra, una adaptación teatral de Joan Yago titulada “Entrevistes breus amb dones excepcionals” (Entrevistas breves con mujeres excepcionales) y dirigida por Mònica Bofill necesitaba una cabeza robótica que mantuviera un dialogo con una de las actrices en escena y también cantar un tema musical.
La actriz que interpreta a una ingeniera industrial, esta desarrollando una inteligencia artificial a partir de partes de cuerpo. En este caso la cabeza de su madre fallecida.
Así que nuestra labor fue la de diseñar y crear el aspecto de esta “cabeza-androide-robótica” dándole un look de proyecto industrial en fase de desarrollo.
Tras unas cuantas descripciones y necesidades del proyecto, nos pusimos a realizar unos diseños conceptuales y poder previsualizar la idea.
Enseñamos nuestros conceptos y tras aceptar la versión 2, empezamos a diseñar todo lo que sería necesario en cuanto a procesos de creación. Procesos de escultura y moldes, Diseño de piezas y mecanizado, electrónica y programación para los play-backs…etc
Lo primero fue citar a la señora que la producción eligió como modelo y referencia facial para la cabeza-robot. La encantadora Paulina Rosa Ejaka Evita, que aunque no actuaba en la obra, si lo haría su versión mecánica. Ya que la cabeza robot de Paulina (llamada Mónica en la obra), interpretaba a la madre de la Ingeniera Industrial.
Así que Paulina fue la referencia que la producción quería como “madre robot”.
Lo primero, fue hacerle un lifecast para poder tener su rostro y poder comenzar a trabajar.
Juan Serrano y Raquel Guirro durante el proceso de toma de impresión facial de Paulina.
Además del molde facial, escaneamos su cara en 3D para tener más referencia e información y poder imprimirla en 3D en caso necesario. Este proceso de escaneado tridimensional y “reconstrucción digital” fue responsabilidad del compañero Xavier Bastida.
Xavi Bastida en el proceso de escaneado 3D
Tras todo el trabajo de remodelado de la réplica facial obtenida de su lifecast, hicimos los moldes pertinentes de la escultura con lo que finalmente fabricamos la cara de Paulina en una silicona bastante elástica ya que debía ser movida por servomotores sin dificultad (o la mínima).
Una vez creada la piel flexible, esta, paso a manos de Marcos Sagasta que fue el encargado de pintar las dos pieles (una era de repuesto).
Marcos Sagasta durante el proceso de pintado de las pieles faciales
Mientras tanto, yo me encargué de la animatrónica y toda la parte mecánica. Según las necesidades de producción, la cabeza debía ser capaz de mover mandíbula y boca con Lip-Sync (Movimiento sincronizado de labios y audio), para poder realizar el dialogo y también debía parpadear. Así que me puse a diseñar toda la parte mecánica de ojos y boca. Algunas de las piezas las diseñe en un programa CAD y las imprimimos en 3D.
Una vez tuvimos toda la parte mecánica y cosmética unidas, la responsable de procesos de pelo Raquel Guirro, le añadió el toque realista de cejas y pestañas.
Raquel Guirro aplica pestañas y cejas a la piel del animatrónic
El siguiente paso fue toda la parte de programación y animación. Fue bastante complejo a nivel técnico. José Manuel Meneses, se encargó de toda la animación, programación y electrónica del proyecto.
Desde la dirección de la obra, nos facilitaron todos los audios pregrabados en MP3 para que nosotros pudiéramos trabajar con ellos y poder integrarlos y sincronizarlos con los movimientos de la cabeza robot.
José M. Meneses en pleno proceso de programación animada.
Mediante un sistema de grabación desarrollado por José Manuel y una tarjeta donde se almacenaría toda la información, grabamos los movimientos faciales del animatronic, sincronizándolos con los audios. Finalmente y tras un proceso de grabación, la cabeza hacia su speech a tiempo real con los audios.
Juan Serrano y José M. Meneses durante la grabación y sincronización de movimientos.
Una vez la cabeza estuvo lista un equipo de tres técnicos (Jose Manuel, Raquel y yo como supervisor y responsable), nos trasladamos al TNC (Teatre Nacional de Catalunya) para llevarla, acabar de instalarla y hacer reajustes de audio – movimientos finales. Para este proceso final de reajustes In-Situ, estuvimos trabajando con Damien Bazin (responsable de lanzar los audios durante la obra), que desde su mesa controlaría todo.
Juan Serrano y José M. Meneses ajustando la electrónica
Y tras hacer varios ensayos, todo quedo listo para la función que duraría un mes entero.
(Foto del stage por David Ruano)(Foto del stage por David Ruano)
Todo fue estupendo, todos quedamos muy contentos del resultado final y la verdad que fue un nuevo reto y todo un aprendizaje.
Y como sabemos que no hay nada mejor que ver a un animatronic en acción, aqui os dejamos el link del video del making of del proyecto.
https://www.youtube.com/watch?v=4yGVHd_mMMA
Hasta el próximo desafío!